sábado, 30 de mayo de 2015

If I Can't Be Yours.

Fragille

Si pudieses ser mío, y yo pudiese ser tuya. Si pudiese olvidar quién soy, u olvidar quién eres. Si pudiésemos los dos arriesgar lo que tenemos. Si nos conociésemos, tal vez.

Y si mi alma no estuviese en libertad, y tu corazón preso. Si el piano no estuviese roto, y la luna aún continuase en lo alto. Si lo nuestro fuese amor.

Sueños imposibles de alcanzar, sentimientos imposibles de analizar, dime, dime... ¿dejarás de ocupar mi mente? Muriendo lentamente...

Luchando por algo en lo que ambos creemos, luchando por algo en lo que creeremos.

Y no te puedo ayudar, pero me pregunto por qué te quiero.

Y no te puedo ayudar, pero me pregunto por qué me quieres.

Si nuestros corazones se sincronizan, y un latido nos une. Si nuestras respiraciones se acompasan, y puedo apoyar la cabeza en tu pecho y sentirte vivo en mis brazos. Si pudiese expresar lo que siente en voz alta... si pudiese tocarte como ansío.

Algo sencillo de alcanzar, una promesa. Un hola y un adiós. El desconocimiento y el acercamiento. Dime, dime... ¿por qué te amo, si no sé qué necesitas? dime, dime... ¿por qué en ti confío, si sólo cuentas mentiras?

Y por qué sólo dibujo tus ojos. Y por qué sólo escribo sobre tu piel. Y por qué, por qué, cierro los ojos y te evoco, tumbado junto a mí.

Si nuestras vidas se rozasen. Si nuestros suspiros se encontrasen, y viese tus sentimientos sobre papel en tu rostro.

Y si no puedes ser mío.

Si no puedo ser tuya...

te adoro.

viernes, 29 de mayo de 2015

Alimentas la oscuridad con susurros.

Tumblr

Me llaman psicópata por querer rodear tu cuello con mis manos de uñas raídas.
Me llaman psicópata por querer teñir tus mejillas de rojo sangre.
Me llaman psicópata por no querer matarte.
Me llaman psicópata por querer destrozarte.

Pero, ¿y si todos tenemos algo de psicópata? ¿Y si todos, en lo profundo del abismo de nuestra alma, deseamos ver a alguien romperse en pedazos hasta que sólo quede el recuerdo? ¿Y si todos herimos y manchamos nuestras manos? ¿Y si todos disfrutamos con los gritos de dolor de un corazón desbordado?

Me llaman psicópata por recorrer las venas de tu brazo con una cuchilla.

Piel mortecina, labios rojo como la sangre que corre por su cuerpo y cabello oscuro; negro, como mi amor.
Y es gracioso. Y me divierte. Porque durante un tiempo, fue blanco. Blanco brillante, destacable, hermosamente hiriente. Hermosamente asqueroso y vomitivo. Sinceridad y promesa. 
Y me río. Porque durante un tiempo, fue gris. Grisáceo sucio, manchado, contaminado, dañado. Profanado. Pero no lo suficientemente oscuro. Engaño, violencia.
Y se me desencaja la mandíbula. Porque ahora es negro. Negro, negro, negro, donde las manchas no se ven, donde el blanco destaca aún más. Negro como las aguas. Negro es mi pureza. Negro es lo único a lo que puedo aspirar. Asesinato, sangre bajo las uñas. Negra es la mancha que dejas sobre lo que tocas.

Me llaman psicópata por quererte para siempre

Pero eres tan bella. Podría acariciarte hasta que se me cayese la mano. ¡Aunque a ti te la he quitado yo! ¡Ja, ja, ja! Ahora eres como yo, ¿no es divertido, no te ríes? Eres basura. Eres polución. Eres problema y eres tormenta. 
Blanco para las personas puras.
Gris para las personas manchadas.
Negro para los psicópatas.

Me llaman psicópata, ¿pero no lo somos todos?


lunes, 25 de mayo de 2015

Sé que no estás muerta. Pero ojalá. Podría llorarte.

Fragille

Todo se me ha ido de las manos una vez más. Todo ha escapado como arena entre mis dedos, dejándome con una vaga sensación de vacío. Y sé que no es tarde. Pero también sé que no me arriesgaré. Sé que no merecerá la pena. Que miraré sin saber cómo sostener los granos de mis elecciones sin que todos caigan. No sabré salvarlos. Una vez más.

Risas. Eso es lo único que se oye. Un pequeño gorjeo, como el de un pajarito ahogado y un estallido de alegría. Y cierro la puerta, y salgo de casa. Porque no quiero oírlo. El sonido que permanece atrapado en mi garganta, que jamás será sincero. Yo jamás seré sincero. Incluso conmigo mismo, lo único que puedo es convencerme de lo que no soy, de cosas que querría ser; intento llegar a ellas por medio de engaños. Pero nunca funciona. Nunca, nunca funciona. Lo rompo todo. Me rompo a mí mismo mientras corro.
Sólo hay un lugar al que pueda ir.
Piedra y musgo, altura y peligro. Silencio, ladridos, pasos, pájaros.
Sé que se ha acabado. Sé que no debería ser así. Sé que no debería sentirme así. Que no tengo derecho.
Pero era tan importante.
No me atrevo a gritar, a unir mi voz al coro lamentable de la natura. Me tiemblan los labios, amoratados por el frío. El viento mueve mi escaso cabello, el fantasma de una caricia. Quiero llorar.
Pero sé que no debo.
Sé que ya no estás aquí.
Sé tantas cosas, y comprendo tan pocas.
Inspiro.
Y vuelvo a ahogarme en el no tenerte.