martes, 15 de diciembre de 2015

Necesitarte es exagerarte

Imagen de grunge, hipster, and dark

Es un martes. Y es por la tarde. Y aún no sé cómo escribirte. O cómo pensarte.
Aún no sé si eres real. O si sólo eres un capricho enfermizo que no me deja dormir, que no me deja comer, que no me deja vivir.
Aún no sé a qué canción asociarte. O cuál será tu favorita. O cuál la que hablará de nosotros dos. Pero la escucharemos juntos, y yo gritaré "¡la letra es nuestra!" porque es lo que se supone que he de hacer. 
Igual que se supone que he de esperarte. Pero nunca he tenido mucha paciencia.
Aún no sé cómo imaginarnos. Si juntos, si felices, o si llorando porque mi película, porque tu película, ha terminado y ahora nos sentimos vacíos. 
Aún no sé si yo seguiré escribiendo. Si decidiré que lo mío no es arte, y que tú sí lo eres, y que prefiero contarte a ti. 
Aún no sé si te gustará todo de mí, o si por el contrario lo vas a aborrecer. Si te gustarán mis bromas. O mis salidas de tono. Si soportarás pacientemente el ver cómo me rompo, y me darás los pedazos para que los reconstruya yo solito, porque crees que es lo correcto. Me pregunto si seré yo el que te ayude a ser algo más feliz.
Aún no sé qué libros pondrás en la estantería que no te dejaré compartir conmigo, porque los míos ocuparán todas las baldas. Y qué querrás que te lea por las noches.
Aún no sé cómo cantas. Cómo suena tu voz bajo el agua. Si es melódica, o es grave, o es aguda y adorable y hará que me den ganas de abrazarte.
Aún no sé muchas cosas. Y es presuntuoso por mi parte suponer que las sabré algún día. ¿Pero que me gustaría? Vaya que sí me gustaría. Adoraría soñar contigo todas las noches. Componerte poemas sin rima y métrica. Leerlos para que te murieses de la vergüenza. Encontrar tus puntos débiles. Escribirte cartas que llenes de lágrima.
Me gustaría que el tiempo no se me acabase. Poder alcanzarte y aguardar todo lo necesario a que, si eso no sucede, me alcanzases tú a mí. Nunca me olvides, porque yo, vaya a donde vaya, arda o baile, muera o viva, ría o llore, jamás lo haré. Has encontrado un hogar en mi cabeza. En mi corazón. 
Y está bien amueblado, por si decides quedarte. Por si te gustan mis locuras, mis gritos y mis penas. Por si quieres ser artista junto a mí.
Incluso si todo lo que escucho es un "no".
Incluso si no puedo quedarme más.
Siempre te latiré.

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